Uno de los objetos metálicos que más frecuentemente llevan los jóvenes en la boca son los piercings, motivo por el que deben de retirarse al hacer una prueba radiológica, bien sea una panorámica 2D o un CBCT dental 3D.
El problema radica cuando no se pueden retirar, y somos los especialistas en radiología los que tenemos que mitigar estas complicaciones mediante filtros de artefactos.
Un artefacto es una imagen que vemos en nuestro estudio y que no corresponde con la realidad del cuerpo del paciente, provocan la dispersión física del haz de rayos cuando choca con el metal. No provocan quemaduras al contacto con la radiación solo provocan artefactos por susceptibilidad a los rayos emitidos afectando a los tejos próximos en donde se encuentra. No suponen ningún peligro para el paciente.
Nuestro sistema radiológico digital posee unos filtros para reducir artefactos están basados en el algoritmo ARA para reducir la distorsión. Es un filtrado que permite incrementar el detalle de las texturas que están a cierta distancia, aumentan el campo de visión y disminuye la difuminación.

